“Es una técnica de entrenamiento, que encadena diferentes ejercicios físicos de forma intensa, sin tiempo, sin pausa y de manera continuada. El principio de este tipo de ejercicio es el de entrenar el cuerpo ejerciendo diferentes disciplinas al mismo tiempo, tales como halterofilia, el atletismo, la gimnasia y sobre todo la resistencia…” según la gran enciclopedia llamada Wikipedia.
Para mi Crossfit es algo más. Es un tiempo donde esta claro que trabajas el cuerpo, pero también la mente. Es un momento de desconexión, de disfrutar ”sufriendo”. Solo son 60 minutos, pero, menudos 60 minutos, lo das todo y desconectas de todo.
El funcionamiento es muy fácil. Primero empiezas con un calentamiento de todo el cuerpo (un poco más duro que cualquier calentamiento), después tienes un trabajo de técnica o fuerza y por ultimo tienes ese momento del día, te presentan el WOD (Work of day). Lo bueno del Wod es que nunca va a ser igual que el día anterior o que la semana pasada, siempre será diferente tanto en tiempo, en ejercicios como en ejecución.
Una vez te lo ha presentado tu querido “coach” y tienes todo preparado, el reloj se pone en 10 y empieza la cuenta atrás. Cuando oyes el pitido largo sabes que te toca sudar, disfrutar, competir contra ti mismo, empiezas a querer hacerlo más rápido, con más peso, y cuando estás al máximo de pulsaciones, cuando parece que vayas a parar, te pasa una pregunta por la caben “¿Por qué hago esto?” pero no la contestas, respiras hondo, apretas dientes, cierras puños y sigues por donde te habías quedado pero esta vez más rápido, más fuerte y con más ganas si caben.
Sabes qué estas cerca de acabar cuando tus compañeros de Wod (En poco tiempo pasarán a ser parte de tu familia) te empiezan animar, te chillan, te pasan sus últimas fuerzas y tú como si fuera magia te vuelves un poco más fuerte y al final del todo vuelves a escuchar ese pitido largo, ese pitido que antes te adelantaba que te tocaba sufrir y ahora te dice “Buen trabajo, bien hecho, ahora descansa”.
Cuando llega ese momento dejas la barra, las kettlebell, te bajas de la barra o dejas el balón medicinal o lo que estés haciendo en ese momento y solo te dejas caer al suelo, empiezas a notar tu corazón y entonces es momento de responder esa pregunta que te había pasado por la cabeza “porque me encanta, me hace sentir bien. Disfruto cada repetición, cada gota de sudor…”